Película de exorcismos fallida, quizás el género de cura versus diablo no de para más, pero el caso es que no me ha gustado nada y esperaba por lo menos un Hopkins espectacular, pues ni eso. La película gira en torno a un cura nuevo que duda de si mismo y de su fe, por lo que accede ir a Roma a un seminario sobre exorcismos, al parecer los casos de posesiones suben como la espuma, por lo que necesitan un exorcista por diócesis. En Roma conoce a un exorcista, interpretado por Anthony Hopkins. Aquí se forma el punto neurálgico del filme para lo que el exorcista son claras posesiones demoníacas, para el joven son casos psiquiátricos, por lo que vamos asistiendo a la clásica duda entre fe y razón.
Un aspecto que me ha desmotivado mucho ha sido la fotografía, muy oscura apenas se ven los rostros y poco más en varias ocasiones.
En definitiva un filme que aporta poco al cine en general y al género de terror en particular.
Para películas de exorcismos, El Exorcista o Stigmata, y para películas del diablo, Fallen, con Denzel Washington.
Película de acción, que cada vez que la veo noto más que no es una película de su tiempo. Si fuera de los 80 diría que es una más del trillado género de acción y de las conocidas en Estados Unidos como buddy-movies, pero al ser una cinta reciente solo queda aplaudir. Nada de piruetas ni de explosiones, ni de cámara lenta, solo un héroe que hace suya la causa de otro. Todo esto se lo debemos a Richard Donner, artesano del cine yanqui de acción de los 70, 80 y parte de los 90. Ya en la década de los 70 Donner despuntará con dos imprescindibles, una de terror, La Profecía, de 1976, y Superman, en 1978, donde sufrirá lo indecible por sacar adelante, la que puede ser quizás la mejor cinta de superhéroes ( a excepción de las Batman de Nolan). Pero será en los 80 donde su nombre irá unido al cine más comercial, ofrece títulos de los más variados y siempre muy apetecibles, así es responsable de la medieval Lady Halcón, de 1985, protagonizada por una las últimas grandes bellezas de Hollywood, Michelle Pfeiffer. Del mismo año es Los Goonies, todo un icono ya del cine de aventuras para niños y no tan niños. En 1987, da comienzo una de las sagas más simpáticas de la historia del cine, Arma Letal, donde lo mejor residía en su dúo protagonista. Al año siguiente, revisionaba Donner todo un clásico de la literatura, Un Cuento de Navidad, de Dickens, en Los fantasmas atacan al jefe. Los 90 será una década mucho más floja con películas alimenticias que apenas aportan a sus respectivos géneros.
16 calles es una de este último grupo, pero agradable de ver, sobre todo por la presencia del incombustible Bruce Willis, el último “action star”, que sigue dando de que hablar desde lo del edificio Nakatomi Plaza, allá por 1988.
En definitiva, una cinta de acción, que transcurre en tiempo real, muy palomitera y emocionante. Recomendable.
Zack Snyder es uno de esos directores a los que hay que seguir si o si, así creo yo, o creía tras ver su última aportación al cine, Sucker Punch. Las realizadas anteriormente tenían en común el que eran adaptaciones de comics (300 o Watchmen) o remakes (Amanecer de los Muertos). Además despuntaba por lo visual de su cine, lo que más me ha llamado la atención de él. En Sucker Punch debutaba en labores de historia y guión. Y la verdad, visto el esperpento perpetrado, mejor que siga adaptando historias ajenas. Este film tiene la historia más tonta vista en décadas, hasta las pelis de Van Damme tienen más argumento, y es una lástima porque la película es espectacular en todo lo demás, muy llamativa en lo visual, muy buena música, y con un reparto porque no decirlo “espectacular” (no me se el nombre de ninguna de las protagonistas, ¿importa?).
La película tiene cuatro escenas de acción super bien hechas, que duran en torno a 10 y 15 minutos cada una, pero lo demás me resulta insoportable. He leído que tiene cosas de Inception, Cisne Negro y alguna más, y cierto, pero muy mal metido en el filme. En fin, una lástima.
Ahora este realizador está dirigiendo una nueva Superman, producida por Christopher Nolan y escrita por David S. Goyer y Jonathan Nolan, los artífices de las exitosas Batman, ahí es nada. Esperemos y daremos una oprtunidad al bueno de Zack.
PD: Aprobada por los pelos, porque este tío es un crack en las escenas de acción.
Pd 2: Video con los 6 primeros mínutos de película, muy buenos por cierto.
Para empezar diré que para un servidor una película de X-Men sin adamantium pierde mucho, aclarado esto he de decir que el filme me ha encantado porque aúna mi pasión por la historia ( con la inclusión de nazis y Guerra Fría) y mi hobby de años atrás los comics, más concretamente los mutantes. El film comienza magistralmente trasladándonos nuevamente al origen de Magneto, como ya vimos en el primer X-Men (2000), donde asistimos al tremendo calvario al que es sometido Erik Lehnsherr (alias Magneto). Tras un macabro suceso que tiene como víctima a la madre de Magneto, la película pega un salto a principios de los 60, con la Guerra Fría como telón de fondo y más concretamente la crisis de los misiles de Cuba.
Además de Magneto conoceremos también los orígenes de Charles Xavier, alias Profesor X. También es interesante la presencia de Mística, quizás para mí el personaje más flojo de la película, todo el tiempo con las hormonas calentitas. Otro personaje también poco aprovechado es Hank Mackoy, alias la bestia, cuya historia no acaba de interesar. Los secundarios que forman los X-Men, como Alex Summers (Kaos en los comics y hermano de Cíclope), o Banshee, que emite ondas sónicas que le permiten hasta volar con un traje especial, apenas aportan empaque al grupo. En el grupo de los villanos tenemos a Sebastián Shaw ( interpretado por Kevin Bacon) Emma Frost (January Jones la bella rubia de Mad Men), estos están secundados por Azazel que se teletransporta (igual que Rondador Nocturno) y Vórtice que lanza torbellinos de aire (eso es lo que me pareció ver).
Repasado el plantel de personajes, decir que Michael Fassbender, que hace de Magneto, se lleva de calle al resto de personajes. Seguramente porque es el personaje más jugoso e incluso ambiguo, pero el caso es que el resto de personajes, al menos para mí, ni chicha ni limoná. Pero, no obstante, hete aquí la gran sorpresa, nos encontramos un argumento interesante, con americanos y rusos al borde de la guerra nuclear y los mutantes en medio. Otro de los puntos principales de la historia es la relación estrecha que mantiene a lo largo de casi todo el metraje Xavier y Magneto. Pero las ansias de venganza del segundo, amen de considerar a los mutantes como una evolución del Homo Sapiens y en consecuencia una raza que debe predominar sobre los humanos y no convivir como iguales, provocará la separación de estos dos amigos.
Respecto al final, decir que me ha gustado bastante, dejando listo los contendientes de uno y otro bando para la guerra que se avecina.
Para terminar, no me parece el peliculón de superhéroes definitivo que están vendiendo pero si seguro la mejor de las cuatro de este año.
Pd: Observen el poder de aquel que controle el magnetismo!!
Paul es la última película de Simon Pegg y Nick Frost, aquella pareja británica que sorprendió a crítica y público en el 2004 con esa pequeña gozada que fue Shaun of the Dead. Posteriormente les he perdido un poco el rastro, hasta hoy, que me vuelven a sorprender con otra buena película. Guionizada y protagonizada por ellos dos, el filme gira en torno a dos “frikis” ingleses, que van de vacaciones a Estados Unidos y cumplir una de las grandes ilusiones de sus vidas, conocer la Comic-Con de San Diego, (evento friki por excelencia al que quiero ir antes de abandonar este planeta). Durante las vacaciones conocerán a Paul, un singular alien que necesita de ellos para huir del gobierno y regresar a su planeta. A partir de aquí situaciones absurdas, persecuciones y chascarrillos por doquier. La crítica no la acaba de recibir muy bien, yo desde luego la recomiendo para echar un rato. Ya de paso recuperen esa pequeña joya de Shaun of the Dead.
No me extenderé demasiado en esta crítica, porque poco hay que decir. Un millón de personas asistieron al cine a verla en el primer fin de semana, ante eso solo puedes aplaudir a Santiago Segura por ser un gran empresario, porque eso es Torrente para mi, un pretexto para hacer caja, y el Ministerio de Cultura (o quien sea) se jacta del dineral que hace el cine español en este año.
Respecto a la cinta poco que decir, desfile de personajes del corazón a tutiplén, de futbolistas y otros amigos de Segura. El problema es que se ve todo muy forzado la mayoría no son actores y se nota bastante, sobre todo la de Sálvame que resulta insoportable para variar. Kiko Rivera sin embargo es una sorpresa agradable y aprovecha muy bien su papel.
En cuanto a la historia, la mayor parte de la misma se centrará en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, donde Torrente es encarcelado injustamente por asesinato.Allí hará lo imposible por fugarse.
En definitiva, y contradiciendo lo escrito anteriormente, puedo decir que no llegué a aburrirme, aunque me reí en contadas ocasiones, una duración de hora y media ayuda a que no se haga aburrida. Lo peor, sin duda alguna es lo guarra que es, humor escatológico a mansalva, lo cual es una lástima por la cantidad de jóvenes que vean la película. Lo mejor, nuevamente el personaje de Torrente, racista, intolerante, ordinario, sucio, sin valores ( esto es muy discutible) y con una deidad muy personal, el FARY.
Película de acción entretenida pero de las que ha visto uno mil y una vez. A veces me daba la impresión de estar viendo una de The Transporter, imagino que serán cosas mías. Dirige Simon West, tipo que dirigió la espectacular Con Air. El film gira en torno a Jason Statham un asesino a sueldo, que tiene la particularidad de procurar asesinar a sus víctimas pareciendo que han fallecido por causas naturales. A lo largo del filme acogerá a un padawan, digo pupilo (el gran actor Ben Foster, que ha regalado unas cuantas interpretaciones sublimes, como El tren de las 3:10). Reseñar que es un remake de un filme de Charles Bronson, ni que hiciese falta ahora remakear las pelis de Bronson. En fin, dura 87 minutos así que tampoco me dio la impresión de haber desaprovechado en exceso el tiempo, y me parece mejor peli de acción que la que hizo Stallone con sus mercenarios.