Película de acción, que cada vez que la veo noto más que no es una película de su tiempo. Si fuera de los 80 diría que es una más del trillado género de acción y de las conocidas en Estados Unidos como buddy-movies, pero al ser una cinta reciente solo queda aplaudir. Nada de piruetas ni de explosiones, ni de cámara lenta, solo un héroe que hace suya la causa de otro. Todo esto se lo debemos a Richard Donner, artesano del cine yanqui de acción de los 70, 80 y parte de los 90. Ya en la década de los 70 Donner despuntará con dos imprescindibles, una de terror, La Profecía, de 1976, y Superman, en 1978, donde sufrirá lo indecible por sacar adelante, la que puede ser quizás la mejor cinta de superhéroes ( a excepción de las Batman de Nolan). Pero será en los 80 donde su nombre irá unido al cine más comercial, ofrece títulos de los más variados y siempre muy apetecibles, así es responsable de la medieval Lady Halcón, de 1985, protagonizada por una las últimas grandes bellezas de Hollywood, Michelle Pfeiffer. Del mismo año es Los Goonies, todo un icono ya del cine de aventuras para niños y no tan niños. En 1987, da comienzo una de las sagas más simpáticas de la historia del cine, Arma Letal, donde lo mejor residía en su dúo protagonista. Al año siguiente, revisionaba Donner todo un clásico de la literatura, Un Cuento de Navidad, de Dickens, en Los fantasmas atacan al jefe. Los 90 será una década mucho más floja con películas alimenticias que apenas aportan a sus respectivos géneros.
16 calles es una de este último grupo, pero agradable de ver, sobre todo por la presencia del incombustible Bruce Willis, el último “action star”, que sigue dando de que hablar desde lo del edificio Nakatomi Plaza, allá por 1988.
En definitiva, una cinta de acción, que transcurre en tiempo real, muy palomitera y emocionante. Recomendable.
Nota del Filme: 6,5 de 10.
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